Entorno virtual de aprendizaje
Si hablamos
de entorno virtual de aprendizaje (EVA) o de LMS (learning management system,
también virtual learning enviroment (VLE)) puede que no sepáis de lo
que hablamos. Posiblemente si os hablamos de Moodle, Blackboard o Sakai la cosa os suene un poco más y,
aún más posiblemente, hayáis utilizado alguna de estas herramientas. Pues bien,
todas estas herramientas se pueden catalogar como entornos virtuales de
aprendizaje.
Como muchas de
las herramientas educativas que trabajamos ahora, los EVA surgen de las
necesidades aparecidas en la llamada sociedad de la información (o del
conocimiento). Precisamente, de la posibilidad de generar, transformar y
transmitir informaciones con la vista puesta en los aspectos educativos. Aunque
suene obvio, un entorno virtual (también llamados aulas virtuales) surge de la
necesidad de imitar la realidad de forma virtual, en este caso, un aula (o
entorno de aprendizaje) y de posibilitar las relaciones entre alumnos y con un
docente en este entorno.
¿Qué es un EVA?
Respondiendo a
la pregunta, un entorno virtual es un software que, habitualmente, está
instalado en un servidor o intranet que se encargar de mantener, gestionar,
almacenar, etc. actividades de formación virtual. Estas formaciones pueden
darse en un entorno 100% virtual o como apoyo a
formaciones presenciales, aunque lo importante es que faciliten al alumno el
progreso en el proceso de aprendizaje.
Si bien, un
entorno virtual puede gestionar y almacenar contenidos o tener herramientas
propias para crearlos, casi todos tienen también en común algunos otros
aspectos:
- Disponen de herramientas y tareas tanto para individuos como para grupos.
- Establecen espacios para tutorizar, para comunicar, para debatir y para dar y recibir feedback (de forma síncrona y asíncrona).
- Puede crear informes sobre la evolución del aprendizaje, en muchas ocasiones, gracias al uso de las analíticas del aprendizaje.
- Disponen de espacios de gestión e intercambio de información y actividades.
- Permite establecer diferentes roles para gestionar y visualizar la información.
- Habilita espacios de ayuda (técnica, sugerencias, tutoría, etc.).
¿Qué aportan los entornos virtuales a la educación?
Los entornos
virtuales de aprendizaje aportan y mejoran muchos aspectos educativos, además
de facilitar el cambio pedagógico. Podemos comenzar con el cambio de roles que
se producen en profesor y alumno: en el caso del profesor, este se convierte en
un guía y en alguien que dirige y propone recursos más que transmitir
conocimientos como venía siendo habitual. En el caso del alumno, y dada la
flexibilidad de los EVA, se fomenta su propia responsabilidad, la implicación, la
colaboración y la interacción en un entorno constructiva que facilita el
aprendizaje activo y colaborativo y
que, además, permiten crear redes de conocimiento y aprendizaje.
Tanto como
refuerzo de modalidades presenciales como en entornos totalmente virtuales, los
EVA permiten trabajar y vincular nuestras actividades con competencias
tecnológicas que nos permitan, por ejemplo, generar, compartir o tratar la
información. Además, dado este vínculo con las TIC, podemos trabajar
competencias que formen parte del entorno virtual: escritura y síntesis de
textos, comunicación en forma de correo o en espacios de debate, búsqueda,
selección y difusión de información o, teniendo en cuenta la versatilidad de
estos entornos, trabajar con herramientas que se puedan integrar en ellos.
Esto nos permite
evaluar en el propio EVA aspectos relacionados con el desempeño de nuestros
alumnos: participación activa, interacción y comunicación, gestión e
intercambio de información, dominio del propio entorno, planificación o actitud
y buenas maneras en un trabajo en equipo virtual. Por último, los entornos
virtuales han facilitado a muchas personas la formación continua.
Los entornos virtuales del futuro
Como todas las
innovaciones tecnológicas, los entornos virtuales siguen evolucionando. Como
muestra de ello, la fundación Bill & Melinda Gates financió una investigación para
buscar un EVA que fuera el ideal para los estudiantes. De hecho, se considera
que en dos o tres años comenzará a implementarse esta nueva generación de
entornos que buscaran ir más allá del mero administrador de aprendizaje para
convertirse en entornos que fomenten el aprendizaje. Además, dispondrán de más
posibilidades:
- Serán más flexibles gracias a la mayor difusión y uso de los estándares de programación.
- Podremos personalizarlos.
- Permitirán integrar aplicaciones o herramientas externas.
- Profundizarán en la integración con las analíticas del aprendizaje.
- Podrán vincularse con redes sociales, MOOC’s y, en general, con aspectos vinculados con la educación abierta.
Esperamos que
con la llegada del nuevo curso no dudéis en empezar a utilizar un entorno
virtual de aprendizaje, seguro que vuestro centro dispone de uno. Y si no es
así, sería un buen momento para ponerse a ello.
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